“Tuve cinco intentos de suicidio” :Chichi Kim
Fue víctima de discriminación por sus
rasgos asiáticos y que sufrió varias crisis, que ya fueron superadas. Desde los
27 años quiere ser papá y por ahora sigue la tradición ancestral de hacerse
cargo de su mamá
Desde chico le decían ‘el chinito’ por
la mirada rasgada, y a él le ‘enfermaba’ porque era todo, menos chino.
Hijo de coreano y de japonesa, nacido
en Santa Cruz, ahora con 43 años, Roberto Chichi Kim se resignó a que le
cambien el origen. Su sencillez ha logrado que en las redes, donde andan
sueltas las hordas de ‘haters’, el pueblo lo aclame.
Soltero y sin compromiso, desde los 27
muere por ser padre, pero no es opción para él la figura moderna de cada cual
por su lado, así que prefiere esperar. Mientras tanto, disfruta las mieles del
éxito laboral, conduciendo la previa de Bailando por un sueño y siendo jurado
del mismo programa. También es socio del emprendimiento Papa Brawn Eventos,
integrante del elenco teatral Ditirambo y de Los Morbotones.
Chichi no se hace drama a la hora de
que lo arrinconen como segundo invitado del sector Contra la pared de EL DEBER.
Habla de su pasado con cinco intentos de suicidio, de su anterior casa roja, de
la actual, de su familia y de su prolongado solterío.
Todo mundo conoce a Chichi el artista.
Contá sobre tu familia.
Hay varias facetas, a veces soy muy
protector. Entre hermanos no nos decimos muchas cosas, lo máximo que les dije
es: “Te aprecio, te estimo”.
La única vez que abracé y di un beso a
mi madre fue cuando falleció mi padre en nuestros brazos, hace cinco años, por
cáncer. Tengo un lado que es muy serio, asumo las cosas. Por ejemplo cuando
llegué de Buenos Aires, donde viví cuatro años, por una estafa a mi padre
perdimos la casa, el banco se la quedó, y esa misma noche conseguí dónde dejar
las cosas y dónde tener a mi padre; arreglé todo. Al otro día tenía ya una
vivienda alquilada, me presté plata de donde sea, les dije que no se preocupen.
Después compré la casa, el auto, la heladera, todo. Para mí era muy importante.
¿Tu familia está bien gracias a vos?
No. Es que antes teníamos una casa
gigante, vivíamos en el km 9 al norte y casi no nos veíamos. Había plata, pero
cuando perdimos todo nos unimos más como familia. Y en algún momento yo dije:
“Ha sido una desgracia, pero creo que ha sido lo mejor porque nos conocimos
más”. O sea, no acostumbramos decir que nos queremos, pero eso no me importa.
Es cultural, no se ve bien expresar emociones humanas, no es lo correcto.
¿Tenés
un apego muy fuerte por tu mamá?
Tengo dos hermanos, la mujer es mayor,
se llama María Mercedes porque fuimos los primeros de origen japonés católico,
y el menor, Nicolás. Yo soy el del medio, pero el primer varón. Por tradición
yo tengo que cuidar a mi madre y, aunque no fuera tradición, igual lo haría. Mi
padre me la encargó antes de irse y es un honor que debo cumplir, sí o sí.
Parecés
más camba que el masaco ¿Además de los ojos, qué sacaste de tu cultura?
Mucho, por ejemplo siempre que saludo
hago la venia, es como un músculo extra que tengo en la nuca que me empuja.
Antes de dar la mano, estoy agachando la cabeza. Lo siento como un acto de
humildad hacia la otra persona, es respeto. Uno agacha la cabeza y se coloca
por debajo de la altura de quien está en frente.
¿Querés
ser padre?
Desde los 27 años.
¿No
sos de los que dicen: “Haré un hijo por ahí porque tengo ganas”?
Varios amigos me dijeron: “Embarazá a
una y listo, ni siquiera te casás”. Y les digo: “Estás loco, no puedo
perjudicar la vida de otra persona, no es nomás voy a parir y listo, con
ausencias”. Quiero criar a mi hijo como mi papá me crio. Como tío, soy el
favorito, yo me desvivo.
¿Te
gusta la mujer cruceña?
Me encanta. En general me gusta ser
boliviano, siempre vi a la mujer cruceña bien trabajadora, de buena mano para
cocinar, muy directa. Algunos de mis amigos me dicen: “A este paso lo único que
debés tener es plata, porque cuando tenés te persiguen, y eso lo veo seguido.
Por eso me gusta la mujer cruceña del pasado, con ciertos principios y valores.
Lastimosamente, hoy siempre hay uno más churro o más malo.
La
gente que hace teatro tiene un perfil distinto al que tenés ahora en la TV
¿Estás vendiendo tu alma al diablo por mejor paga?
Sí, pero en el teatro, y en general en
la actuación, siempre he dicho que mi cuerpo es mi instrumento. Hice papeles de
todo tipo y ahora, como presentador, me toca hacer otro rol, nada más. Lo
importante es adaptarse. Entonces por qué no hacer esto, y en Red Uno me dejan
ser yo mismo, pero en un entorno diferente. A ver cómo me va. Gracias por las
preguntas punzocortantes (jaja).
No
le estás dedicando tanto tiempo al teatro ¿Sos feliz?
Al teatro no le dedico lo que
quisiera, pero desearía hacer cine. Ahora soy feliz, desde que un día entendí
todo. Yo era depresivo, tuve cinco intentos de suicidio, me puse un arma en la
cabeza, me deprimía mucho, hasta que una amiga me dijo: “Siento lástima por
vos”, y algo hizo clic en mí. Compré un libro al azar, era metafísica, luego
hice taichi, aikido y me puse a meditar y, en esa meditación comprendí que la
felicidad no son momentos altos de alegría, sino el punto de equilibrio en el
que te sentís tranquilo y no deseás nada más.
Es difícil y duro imaginar a Chichi
intentando suicidarse... Mucha gente
me dice que no debería contar esas cosas, y yo digo “por qué no”, a muchos les
pasa lo mismo. De hecho, mucha gente me escribe en la fan page y me cuenta, y
yo le respondo dos horas, porque los problemas hay que afrontarlos. Me sentía
tan incapaz hasta para suicidarme.
Creo que me ponía triste el hecho de
ser diferente, es un principio básico del ser humano sentirse aceptado por uno
mismo y por los demás, y para mí fue difícil ser ‘el chino’. Tenía compañeras
con quienes -en la ‘U’- no podía ir a sus casas a estudiar, porque era
asiático.
El padre de una chica con la que nos
gustábamos no quería que salgamos ni como amigos. Acá se busca mucho la
posición social.
¿Unitel?
Le tengo mucho cariño a la gente de
Unitel. Todavía los extraño (los nombra uno por uno). Tengo muchísimos amigos,
los camarógrafos, etc.
¿Te
quedó una espina?
Hay una espina, pero porque creo que
no me salí como me hubiera gustado, por decisión propia.
¿Red
Uno?
Me trata muy bien y lo que me gusta es
que me da la oportunidad que no me dieron antes.
¿Eloísa
Gutiérrez, te cae?
No.
¿Por
qué?
Tengo mis razones.
¿Grisel?
En algún momento de nuestra historia
surgió algo, pero no estábamos sincronizados en ese sentido porque a ella le
nació en el momento cuando yo no podía. Le dejamos una pausa y decidimos
mantener la amistad, luego me nació a mí, en un mal momento, porque ella estaba
en otra; y así, nunca sincronizamos. No sabemos qué nos depara el destino, pero
siempre terminamos siendo amigos.
¿Nunca
se te subieron los humos?
Jamás busqué la fama. Tiene que ver
con mi crianza y con que tuve la oportunidad de conocer que la gente grande y
‘capa’ es la más sencilla.
Sociales
/ Silvana Vincenti
“Tuve cinco intentos de suicidio” :Chichi Kim
Reviewed by Fabian
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9:46:00 a.m.
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