La protesta
de las personas con discapacidad se radicaliza y, aunque bajaron a tierra a las
dos personas que se colgaron de la pasarela de la Pérez Velasco, el sector
ahora amenaza con crucificar a sus hijos, quienes en su mayoría sufren de
alguna limitación física.
“Vamos a
radicalizar nuestras medidas, los niños se van a crucificar, prefieren morir
crucificados, que morir de dolor por falta de medicamentos. Esa es la realidad,
nosotros sufrimos por falta de medicamentos, ¿hasta cuándo vamos a seguir
soportando?”, expresó el dirigente en La Paz, Jorge Flores.
Los
marchistas mantienen una vigilia en uno de los anexos a la plaza Murillo, luego
de marchar más de un mes para llegar a la Sede de Gobierno. Flores explicó que
ayer se enviaron notas a las dos Cámaras legislativas y al Papa Francisco, con
el fin de hacer conocer sus demandas.
Los
marchistas anunciaron una nueva movilización para este miércoles. Se
concentrarán a las 9.30 en las puertas del edificio de la Cervecería Boliviana
Nacional (CBN).
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