El ‘vice’ dice que en las dictaduras no hay ‘face’ ni WhatsApp

11 de Octubre de 2016

El vicepresidente habló de los avances de la democracia en el país

García atacó a los gobiernos del pasado y resaltó que la participación ciudadano decide el futuro del bien común

En el aniversario de los 34 años de la democracia en Bolivia, el vicepresidente Álvaro García Linera envió ayer un mensaje a los jóvenes, señalando que en “dictadura no tendrían WhatsApp ni Facebook, donde ahora dicen lo que quieren". Además, resaltó la “madurez de la conciencia democrática de los bolivianos, que impide el regreso de las dictaduras militares”.

García Linera se pronunció en una conferencia de prensa en La Paz, en la que dijo que democracia es la participación de las personas en la definición de su destino, porque el pueblo interviene en las decisiones del bien común, al recordar los 34 años de la vida democrática ininterrumpida en Bolivia.

También llamó ‘lebudos’, o tontos, a los exgobernantes que llegaron al poder tras la recuperación la democracia, el 10 de octubre de 1982, porque asumían la conducción del país con una “soberanía política y económica confiscadas”, que los obligaba a pedir ‘limosnas’ al extranjero para pagar salarios.

Las reacciones

Al respecto, el activista de la pasada campaña por el No a la reelección presidencial, Harol Torrico, dijo que no hay democracia plena en Bolivia porque el uso de las redes sociales no contrasta con lo que hace el canal estatal, pues la oposición no hace uso de esos medios de comunicación para expresar sus ideas.

El excandidato a diputado por el MSM Adolfo Apocada opinó que la democracia no solo se mide por la expresión o no de las personas, sino que es una serie de elementos que permite una convivencia en armonía, en condiciones aceptables de desarrollo.

Los opositores Wilson Santamaría y Arturo Murillo, de UD, también salieron a criticar al ‘vice’ y opinaron que en Bolivia existe una "seudo democracia y no una democracia plena", pues el MAS restringe el derecho al libre pensamiento a través de acciones legales de ‘persecución’, no solo a los opositores sino a los periodistas; además que se vive una alta intensidad en la corrupción controlada y manejada por el masismo

El Deber

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