Muere joven quemado vivo por una pandilla y detienen a la enamorada

El adolescente Javier Canchi Choque (17), quemado vivo por una pandilla en presunta complicidad con su enamorada Delia T. (15), el domingo por la noche en Sivingani, murió ayer causa de una falla multiorgánica. En tanto que la principal sospechosa fue detenida, informó el director de la Felcc, Gualberto Díaz.

La fiscal Faridy Arnez indicó que la enamorada citó a la víctima y, ante las llamadas insistentes de Delia, Javier Canchi llegó a la cita luego de comprar un bidón de gasolina y fue sorprendido por cuatro pandilleros.

Sus atacantes le recriminaron haberse involucrado con una chica de la pandilla, lo obligaron a tomar gasolina y luego le rociaron el combustible en el cuerpo. “Es un caso bastante complicado y estamos reuniendo más elementos de convicción”, dijo.

En una grabación que uno de los vecinos logró hacer, el joven contó: “La Delia debe saber” quiénes fueron y también mencionó el nombre de René.

Los familiares del joven, desconsolados por lo ocurrido, exigieron justicia a las autoridades, dar con los autores del hecho, condenarlos a 30 años de cárcel y pidieron mayor seguridad en la zona donde las peleas entre pandillas se dan cada día.

Más víctimas

El fin de semana estuvo marcado por otros dos hechos. El primero ocurrió en Villa Pagador a las 20:00 del domingo, cuando Rubén Darío Ramírez Mamani (25) acudió al llamado de auxilio de un joven que era asaltado.

Al enfrentarse a los antisociales, éstos lo golpearon en el estómago y cuello, cayó de cabeza al suelo y, cuando era trasladado a una clínica, falleció. De este caso, la Policía aprendió a Álvaro Apaza Choque (18) que intentó darse a la fuga en un vehículo público.

En K’ara K’ara, más de 60 personas agredieron a Adalid Encinas Rojas que fue a visitar a sus hijas, pero lo confundieron con un antisocial y lo golpearon hasta ocasionarle un traumatismo encéfalo craneano grave. Según los familiares, los dirigentes incitaron a los vecinos a cometer el crimen sin darse cuenta que la víctima era conductor de la Línea 131.

Díaz dijo que Encinas estaba en estado de ebriedad, peleó con sus amigos, entró y salió de su casa para volver a pelear y ahí lo confundieron. En ambos casos los familiares pidieron justicia.

Los Tiempos

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