“Zapata juró, lloró, se arrodilló y aseguró que su hijo estaba vivo”

Entre las pruebas que entregó Zapata -según el jurista- están las notas escritas “con su puño y letra” que envió a medios y organizaciones internacionales.

Eduardo León, exabogado de Gabriela Zapata, afirmó  que las declaraciones que pueda realizar su otrora cliente "ya no son creíbles”, porque -según dijo- ella  se arrodilló, lloró y juró ante sus tres abogados que el supuesto hijo que tuvo con el presidente Evo Morales estaba  vivo.

Entre las pruebas que entregó Zapata -asegura el jurista en esta entrevista con Página Siete- están las notas escritas "con su puño y letra” que envió a medios de comunicación, en los que solicita que se entreviste al menor y  pide a la comunidad internacional protección para el supuesto menor.

León fue aprehendido en mayo de 2016  y remitido al penal de San Pedro con detención preventiva, luego de permanecer casi 15 días en celdas judiciales. Desafío a los abogados del Gobierno a que demuestren jurídicamente que  el hijo de Zapata y Morales no existe.

En contacto con Página Siete desde el teléfono público de la cárcel, León aseguró que la expareja presidencial firmó un acuerdo "de sangre” con la finalidad de recuperar su libertad "más temprano que tarde”.

La señora Gabriela Zapata anunció recientemente que dirá toda la verdad sobre el caso.

Desde ningún punto de vista puede ser creíble la declaración de Gabriela Zapata, no solo por las contradicciones que ha venido señalando, sino porque ahora sigue un libreto maquiavélico, macabro, que pretende responsabilizar de sus propios actos a otras personas.

En consecuencia, está claro que las declaraciones que ella vaya a decir sobre este tema son absolutamente digitadas, falsas, calumniosas, que no tienen ningún valor legal, más aun cuando ella se ha autoeliminado socialmente, se ha suicidado moralmente ante la sociedad, cuando en su declaración informativa policial en la FELCC señaló que el dinero que ella tiene es de las ayudas y dineros que le daban sus parejas.  Entonces su reputación no es de las mejores como para poder creer en sus afirmaciones.

Entonces ¿Gabriela Zapata siempre  mintió?

Cada uno maneja una verdad. Yo jamás  he hablado por mí mismo, siempre he basado mis declaraciones sobre elementos claros que ella nos dio. Por ejemplo, escritos por mano propia confirmando que ella no solamente tuvo una relación con el Presidente del Estado, sino que también tuvo un hijo,  que ella siempre ha sostenido que estaba vivo.

La señora Zapata presentó un reconocimiento del hijo y el certificado de nacimiento que ratifican que jurídicamente el menor está con vida.

Jurídicamente para el derecho ese menor existe porque no existe otro documento que establezca que ese menor haya fallecido, o no hay una declaración legal de ausencia o presunción de muerte de ese menor, por lo tanto, para la vida del derecho esa persona está viva.

Segundo, el propio Presidente  en su demanda  de violencia psicológica contra Zapata presentó el certificado de nacimiento.

¿Por qué cree que Zapata cambió radicalmente su versión?  

Todo el caso de Gabriela Zapata es un caso asqueroso que ha sido manoseado por los niveles políticos. Fue llevado a un campo en el que jamás se ha querido que se establezca la verdad material de los hechos.

Se atribuye el cambio de discurso simple y llanamente porque Zapata, la mujer del poder, la mujer más poderosa de Bolivia económicamente, quiere hacerse pasar de Caperucita Roja,  de que un lobo se lo quería comer. No es así, ella es una mujer muy hábil, muy astuta, es una mujer que manejaba los hilos de los contratos millonarios del Estado boliviano y que manejaba un conjunto de autoridades, de los cuales han sido sometidos a ciertos actos de disposición económica.

Ante esa situación, Zapata de alguna forma quiere ser celestina del poder y de esta forma librarse de los procesos judiciales que tiene, claro, eso es  porque ya tiene un acuerdo suscrito, un pacto de sangre con el Gobierno, por lo que ella se encuentra segura de que   de alguna forma le van a dar su libertad,  más temprano que tarde quedará libre.

¿Qué le diría a la ciudadanía boliviana tomando en cuenta que el MAS dice que el hijo nunca existió?

El caso Zapata tiene una verdad y la verdad la tiene y sabe ella. Jurídicamente  lo que ella ha afirmado es verdad, por eso yo desafío a cualquiera de los abogados del gobierno  y  a su propio delator argentino que hizo el documental del cártel de la mentira me demuestren que el menor no existe.

Zapata nos ha jurado (a sus abogados), asegurado, nos ha llorado, inclusive se ha arrodillado en el penal de Miraflores que su hijo sí existía, dijo a Walter Zuleta cuando él la interpeló y le dijo que estaba en un serio riesgo por esta situación, pero ella se arrodilló, juró de que el menor existía.

Las ciudadanía también tiene que saber que León   no fue abogado de Zapata cuando presentaron al menor ante las autoridades judiciales.

Pagina Siete / Beatriz Layme