
Marcha por el Día de la Eliminación
de la Violencia contra las mujeres. | Foto archivo | Daniel James
Unas veinte mujeres murieron en Bolivia
a causa de la violencia machista en lo que va de año, un delito tipificado como
feminicidio que se castiga hasta con 30 años de prisión sin derecho a indulto,
informó hoy la Fiscalía.
Del total de casos, siete ocurrieron
en enero, doce en febrero y uno en los primeros días de marzo, detalló el
fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, según un comunicado del Ministerio
Público.
La Paz y Santa Cruz son las regiones
que registran el mayor número de estos sucesos, con seis y cuatro,
respectivamente; mientras que en Chuquisaca ocurrieron tres e igual número en
Cochabamba; en Tarija hubo dos feminicidios y otros dos en Oruro.
En vísperas del Día Internacional de
la Mujer, Guerrero expresó su preocupación por el incremento del índice de
violencia hacia las féminas, por lo que consideró importante trabajar una
política criminal que incluya medidas preventivas.
"Es un tema que involucra a
todos, comenzando por la familia, el trabajo, las instituciones (...) Tenemos
que hacer énfasis en la educación y formación desde el hogar, la escuela,
universidad y eso justamente debe estar contemplado en la política criminal del
país", sostuvo el funcionario.
El feminicidio está penado en la
legislación boliviana con la condena máxima, 30 años de prisión sin derecho a
indulto, pero las organizaciones defensoras de las mujeres se quejan de que muy
pocos procesos acaban en sentencia y los juicios son largos y costosos.
En 2016, 104 bolivianas fueron
asesinadas en casos de violencia machista, y solo 24 de los agresores fueron
condenados.
El suceso más reciente de este año
se registró el domingo en un regimiento en Cochabamba (centro), donde un
teniente asesinó de un disparo a su expareja, otra militar que estaba de
guardia ese día, y luego se suicidó usando la misma arma.
El ministro de Defensa, Reymi
Ferreira, dijo hoy que se investiga si hubo negligencia o irregularidades ante
reglamentos de seguridad de parte de militares en el cuartel donde ocurrió este
suceso.
Ferreira dijo que el teniente
primero visitó a su expareja y la golpeó, siendo reducido por otros compañeros,
que cometieron la irregularidad de no informar sobre esas agresiones en el
regimiento.
El militar volvió al cuartel con un
arma cargada y con la escolta de un soldado de otra unidad, buscó a la mujer y
la asesinó.
La Fiscalía y el Ejército investigan
de forma paralela los violentos sucesos y si hubo negligencia o incumplimiento
de deberes de los militares que no actuaron para frenar al atacante.
EFE