Cholas escaladoras quieren jugar fútbol en el Sajama para desbaratar el mito de la altitud

Escaladores
descansan y observan el panorama en la punta de Huayna Potosí, a 6.088 msnm.
Fotos: AAPTAM y Wara Vargas
El
grupo de mujeres de pollera ya ha comenzado sus entrenamientos para escalar el
Sajama, que está ubicado en el departamento de Oruro, con el objetivo de
realizar la hazaña el próximo mes.
Un
grupo de mujeres aimaras de Bolivia, que en tres años logró escalar cinco
montañas, ahora se ha fijado el reto de hacer cumbre en el nevado del Sajama,
el pico más alto del país, para jugar fútbol en su cima demostrando que sí se
puede hacer deporte en la altitud.
"Queremos
jugar un partido de fútbol en la cima y así demostrar demostrar que la altura
no impide jugar fútbol o cualquier deporte en elpaís", dijo a Efe la
coordinadora del grupo, Lidia Huayllas, que se conoce como las "cholitas
escaladoras".
Entre
risas, este grupo de mujeres expresa que la "locura" de practicar
fútbol en la cima del Sajama, a 6.542 metros sobre el nivel del mar, se les ha
ocurrido porque ellas, además de subir montañas, también forman parte de
equipos de fútbol.
Reencuentro de
mujeres escaladoras en Alto Lima. Fotos: AAPTAM y Wara Vargas
Las
mujeres, que practican ese deporte en campeonatos barriales de la ciudad de El
Alto, situada a 4.000 metros de altitud y vecina de La Paz, quieren contribuir
a reducir los temores de los jugadores del extranjero por practicar fútbol en
las ciudades de altitud.
Para
jugar fútbol, este grupo de 16 indígenas aimaras, que escalan las montañas
usando equipo de montañismo, pero también manteniendo sus vestimentas típicas
como las polleras, se plantea cargar sus propias porterías, además de la
pelota.
El
grupo de indígenas aimaras ya ha comenzado sus entrenamientos para escalar el
Sajama, que está ubicado en el departamento de Oruro, con el objetivo de
realizar la hazaña el próximo mes.
Se
trata de la misma montaña en la que el presidente Evo Morales también jugó
fútbol en 2007 tras haber llegado en un helicóptero, para también demostrar que
la altitud no impide hacer deporte y rechazar una decisión de entonces de la
FIFA de prohibir partidos oficiales por encima de los 2.500 metros sobre el
nivel del mar.
La
mayoría de las mujeres de este grupo de escaladoras trabajaba antes en la
cocina para los turistas o como porteadoras llevando el equipaje de los
montañeros hasta la base de los nevados.
"Antes
yo tenía miedo de subir, siempre nos decían que era peligroso, pero yo siempre
quería ir a ver cómo era la cima y cómo era caminar en nieve con esas botas y
ahora ya sé", relató a Efe Juana Llusco, quien escala desde 2016 y era
porteadora.
Cecilia
Llusco recordó que por primera vez once mujeres se animaron a escalar en 2015
el Huayna Potosí, cerca de El Alto, y que al lograrlo sin problemas decidieron
continuar con este deporte.
Además
del Huayna Potosí (6.088 metros de altitud), el grupo ha escalado el Acotango
(6.079 metros), ubicado en la frontera de Bolivia y Chile; el Parinacota (6.200
metros); el Pomarapi (6.000 metros), y el emblemático Illimani de La Paz (6.462
metros).
Las
mujeres recuerdan que, al principio, se sintieron discriminadas por los hombres
que las criticaban por escalar con polleras o cuando les decían que la nieve se
derretía o nevaba más porque una mujer estaba subiendo la montaña.
"Algunos
comentaban que desde que nosotros hemos subido a las montañas ya no había nieve
o que nevaba demasiado, que no se había visto cholitas subir y por eso sucedían
esas cosas", contó Huayllas.
Las
mujeres usan unos pantalones térmicos debajo de su pollera, botas especiales,
crampones, polainas, guantes, cascos y lentes, equipo que ellas alquilan, ya
que no cuenta con material propio.
Parte de
la indumentaria que usan las mujeres escaladoras. Fotos: AAPTAM y Wara Vargas
Las
aimaras se quejaron de que, pese a sus logros, no reciben ayuda financiera de
ninguna institución pública o privada.
"Estamos
buscando apoyo financiero porque nosotros debemos sacrificar algunas cosas para
pagar los alquileres de los equipos y a veces eso dificulta todo, ya que
tenemos familia y a veces no se puede", expresó a Efe otra de las
escaladoras, Zenobia Llusco.
El
presidente de la Asociación Andina de Promotores de Turismo en Aventura y
Montaña (AAPTAM), Eulalio Gonzales, adelantó que preparan un proyecto de ley
para que el Gobierno pueda ayudar económicamente a todos los que se dedican a
escalar los nevados.
Luego
de conquistar el Sajama las mujeres piensan ir en noviembre al Aconcagua en
Argentina, el pico más alto de la cordillera de los Andes, de 6.960 metros.
EFE
Cholas escaladoras quieren jugar fútbol en el Sajama para desbaratar el mito de la altitud
Reviewed by Fabian
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