Zapata simulaba ser influyente y poderosa para lograr ventajas

FREDDY BARRAGÁN / PÁGINA SIETE. Zapata durante la audiencia en el Tribunal de Justicia

El fiscal Daniel Ayala informó que su hipótesis se confirma poco a poco con cada declaración de sus testigos, en el proceso por el uso de ambientes de Gestión Social.

El certificado de nacimiento del hijo que supuestamente tuvo con el Presidente, sus contactos con  autoridades y su amistad con Cristina Choque, exjefa de Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, le sirvieron a Gabriela Zapata para convencer de que era una persona influyente y así obtener beneficios.

Ayer declararon cuatro testigos de la Fiscalía: Eduardo Velásquez, los empresarios Hovsep Assef Gonzales y Fernando Ramos y la estilista de Zapata, María Milan Mendoza, quien -según se conoció- podría ser enjuiciada por falso testimonio porque habría omitido información  en su testimonio ante el Tribunal Primero  de Sentencia.

Velásquez, exfuncionario de la ABC, ratificó ante el Tribunal que el año 2010 Zapata le mostró un certificado de nacimiento en el que indicaba que el padre del menor de edad era el presidente Evo Morales. Habría realizado esta acción  para obtener favores y trato preferencial en esa institución del Estado.

Por otro lado, Assef declaró que la expareja sentimental del Presidente  pretendió crear empresas "fantasmas” para fundar una "Cámara de Casas de Juego”, que de consolidarse, se encargaría de gestionar las licencias de funcionamiento y de reducir impuestos a estos negocios.

"La señora (Zapata) también iba a formar parte de la Cámara para que sea algo sólido e iba a firmar también para ingresar (a la Cámara) y de esa forma tener tres o cuatro empresas inscritas en la Cámara”, declaró Hovsep Assef Gonzales en el juicio oral contra Zapata y otras personas por el uso indebido  de las oficinas de Gestión Social, que depende del Ministerio de la Presidencia.

El objetivo de crear la "Cámara de Casas de Juegos” -explicó Assaf- "era solicitar la licencia y que exista un impuesto viable, entonces como empresa particular era inviable y por eso se llegó a la conclusión de crear una Cámara para que sea una institución fuerte, con más empresas”.

También afirmó que se suscribió ante un Notario de Fe Pública  la constitución de esa supuesta  Cámara, pero "quedó ahí nomás, no siguió el proceso” porque  a los pocos días se destapó el escándalo Evo-Zapata.

Asimismo, Asaaf -testigo presentado por el Ministerio Público- informó que Sigfrido Antelo (colaborador) le presentó a la expareja de Morales cuando le pidió ayuda para obtener la licencia de funcionamiento de su casa de juego. Este le comunicó que conocía a alguien que tenía influencia en el Gobierno.

Una de las primeras reuniones -dijo- fue en oficinas de Gestión Social, posteriormente en la casa de Zapata y luego en la oficina del abogado Wálter Zuleta, ahora prófugo de la justicia, a quien le entregó 50.000 dólares para que viabilice un proyecto de Ley de Casas de Juego.

"Se presentó el proyecto de ley en la oficina de Gestión Social; acudí a esa entidad porque anteriormente se beneficiaba con los impuestos de las casas de juego, por eso fui a la Unidad de Gestión Social”, indicó.

En la misma línea, Fernando Ramos, dueño de un casino, declaró que entregó a Sigfrido Antelo 10.000 dólares en presencia de Zapata, quien se encontraba en un vehículo. "Me citó Antelo, Zapata estaba ahí, ella abrió la ventana del vehículo”, declaró. 

"El Ministerio Público está probando que la señora Zapata hacía estos ilícitos a través de una apariencia, que supuestamente indicaba que tenía llegada con autoridades y por esa situación muchos empresarios se apersonaban a ella”, argumentó ayer  Daniel Ayala,   fiscal asignado al bullado caso Zapata.

Quienes hacían lobby para los empresarios eran Carlo Marvín y Sigfrido Antelo, quienes no están incluidos en el juicio. "Estos señores llevaban a los empresarios ante Zapata, incluso se reunieron en Gestión Social en horas de oficina con la finalidad de conseguir algo”, sostuvo Ayala.

Pagina Siete / Beatriz Layme