Prado sobre corrupción: “Nuestro número uno y número dos son personas íntegras”

Afirma que la corrupción es un fenómeno y un lastre social y que hasta en el Vaticano tienen problemas de corrupción. Agrega que el Gobierno no dudó “en iniciar los proceso correspondientes”.
Hace 10  años, Mariana Prado Noya  incursionó en la gestión pública. Llegó a trabajar con el dirigente   Wálter Delgadillo  y hasta fue jefa de Gabinete de la Vicepresidencia del Estado. Hoy es  ministra de Planificación del Desarrollo. 

Es licenciada en Administración de Empresas, con una Maestría en  Gobernabilidad y Gestión Pública del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.

Se ve  como el "producto del proceso del cambio”, y considera que en el momento en que Bolivia decidió tomar las riendas de su destino, al tomar acciones como recuperar los recursos naturales, también empezó a construir una   identidad nacional. 

¿Cómo inicia su vida profesional y laboral?

Yo creo que soy el producto del proceso de cambio. Hace 10 años he estado vinculada a la administración pública, desde las cosas sencillas, desde las consultoras que llegan a un ministerio, hasta acompañar a don Wálter Delgadillo, y luego al Vicepresidente en actividades que para mí han sido importantes y definitivas en mi vida profesional.

¿Cómo nace su vocación por la función pública?

Yo creo que en realidad es parte de una construcción de las personas que me rodean, como es el caso de mi mami, quien es una persona muy vinculada a la izquierda. Pero creo que hay alguien que ha sido fundamental en mi formación, cuando he sido universitaria, que es nuestra exministra de Comunicación, Amanda Dávila, que siempre una vez que terminamos de tomar un café,   siempre terminábamos hablando sobre la coyuntura del país. 

Es ella la que de alguna manera orientaba alguna de mis lecturas, y eso ha sido muy importante para mi formación, y luego eso se ha convertido en mi convicción. 

Yo allí ya he empezado a trabajar con don Wálter Delgadillo, que ha sido un líder sindical histórico para el país.

¿En qué basa su ideología que tiene respecto al país?

Yo creo que lo fundamental es el asunto de la descolonización. En el momento en  que Bolivia ha decidido tomar el rumbo, las riendas de su destino, recuperar los recursos naturales, tomar decisiones soberanas en torno a cómo íbamos a estructurar el sistema político, allí de alguna forma hemos construido una especie de identidad nacional muy importante. 

Por una parte creo en la descolonización. Creo también en la democratización absoluta, en toda las estructuras sociales; la democratización de la participación, del acceso al poder. Allí  también se explica el rol de los pueblos indígenas, de las mujeres en este proceso. Y finalmente como ministra de Planificación y ministra del área económica creo también en los postulados del modelo económico social productivo comunitario.

¿Qué diferencia o similitud encuentra del   trabajo con el Presidente respecto al  trabajo con el Vicepresidente?

En ambos casos he sentido el peso de la responsabilidad; pero aquí en el Ministerio algo que sí habitualmente me complica, me genera tensión, es este relacionamiento con los medios de comunicación.  Yo antes, en la Jefatura de Gabinete, hacía un trabajo por detrás, tras bambalinas, acompañando las actividades del Vicepresidente; pero he tenido una posición privilegiada para poder observar cómo es la dinámica política, cómo se dialoga con los diferentes sectores; también entender la dinámica en Palacio, entender la relación del Presidente con el Vicepresidente, entonces  ha sido maravilloso. 

Antes estaba detrás de bambalinas y ahora es mi turno poniendo el rostro a un Ministerio, poniendo el rostro a decisiones de política pública. Desde luego surgen nervios. Para mí es un espacio nuevo. Como la primera vez en una reunión del BID. Antes siempre iba como persona de apoyo, como observadora, como técnica; pero ahora me toca poner el rostro y puede ser medio incómodo.

¿Cómo perjudican al país los destapes de corrupción? ¿Cómo se puede combatir este problema?

La corrupción es un fenómeno social. Es un lastre social. Hasta en el Vaticano tienen problemas de corrupción. Lo importante aquí  es cómo se encara el asunto de la corrupción, y creo que en nuestro Gobierno hemos sido, a veces, muy rudos entre compañeros, cuando hemos visto cuando había alguna señal de comportamiento extraño y no transparente. No hemos dudado en iniciar los procesos correspondientes; allí tenemos muchas personas que están en este momento en la cárcel. 

Entendemos que es un fenómeno que se da en cualquier proceso social, pero lo importante es cómo lo encaramos, y creo que nosotros estamos haciendo un rol muy importante en combatir la corrupción. Además, yo tengo algo como convicción muy profunda: tanto nuestro número uno y número dos son personas íntegras, y eso no está en duda, y con eso realmente la integridad de nuestros  dos líderes, la corrupción llega a niveles intermedios, más bajos que hay que combatir día a día.

¿Cómo es trabajar al ritmo del Primer Mandatario? ¿Cómo es la "Hora Evo”?

Grave, de alguna forma; y eso es lo que le sucede a muchos Ministros. A veces uno tiene que relegar la vida familiar, los tiempos que uno tiene para uno mismo. Yo no tengo todavía familia, pero tengo que estar en la mañana pendiente a cualquier llamado a Palacio, o estar lista para proporcionar información, para recibir a la gente de las organizaciones. En promedio debo dormir 3 a 4 horas cada día. 

Entonces requiere un despliegue humano tremendo, pero sólo puedes hacer eso si amas, si te gusta esto; si no te gusta, realmente sufres; pero si te apasiona el trabajo lo asumes como algo que es así.

¿Cuál es la fortaleza y la debilidad que tiene el Gobierno?

La fortaleza yo diría que es que nosotros sabemos hacia dónde vamos, hay un rumbo muy marcado de lo que queremos para Bolivia hacia adelante. Queremos ser un país que haya logrado desarrollo, pero con la redistribución de la riqueza, un país que haya generado desarrollo en armonía con el medio ambiente, un país que puede generar industria, que deja de ser exportador de materias primas y ahora puede dar un valor agregado a nuestros productos, que sueña  ser una cosa distinta, una potencia energética en la región. Entonces, ésa es una gran fortaleza, sabemos hacia dónde vamos.

La debilidad sería que estamos con el tiempo encima, a pesar que estamos en jornadas laborales tremendas, siempre todo era para ayer, haciendo todo a la rápida, porque tenemos que cerrar brechas tan importantes.  En estos años el haber salido de los países más pobres de la región a ser ahora el modelo de la lucha contra la pobreza, se logra sólo trabajando 24/7.

HOJA DE VIDA

·         Origen  Nació en la ciudad de La Paz, el  20 de abril de 1982.

·          Estudios   Es licenciada en Administración de Empresas, con Maestría en Gobernabilidad y Gestión Pública en Madrid.  

·          Carrera   Fue Jefa de Gabinete de la Vicepresidencia. Actualmente es ministra de Planificación del Desarrollo.

Página Siete / Lorena Rojas Paz