Un niño muere por la caída de un resbalín de su escuela

Los padres de familia del colegio y familiares denuncian que hubo negligencia al momento de auxiliar al pequeño. El director dice que actuaron rápido.

Las lágrimas no paraban de rodar y caer  por las mejillas de doña Justa Poma,  madre de Dieguito ( así es como le decía de cariño a su hijo), un niño de ocho años que el pasado miércoles perdió la vida en su colegio, al no soportar el golpe que recibió su estómago de la estructura de fierro del resbalín viejo que tenía la unidad educativa San Andrés (turno tarde,   en la calle 26 de Cota Cota de la zona Sur de La Paz).

 "Pensar que  ayer salió Dieguito de la casa para ir a la escuela y que ya no volverá más, duele”, murmura una mujer en el velorio del  pequeño que se realizó ayer en su casa ubicada en la Meseta de Achumani. Al velorio asistieron algunos compañeros de curso junto a maestros y padres, pero no estaba el director.

Minutos antes de trasladar el ataúd blanco que estaba en medio del patio del domicilio de la familia Guarayo Poma, uno de los tíos pidió elevar una oración por su sobrino, pero sobre todo exhortó a los padres de familia que asistieron a ponerse fuertes y hacer que saquen el resbalín del establecimiento "porque es un peligro. Hoy fue mi sobrino, mañana puede ser otro niño”, dice mientras toma un poco de aire para evitar las lágrimas.

 Al instante, los padres comienzan a hablar en voz baja. "Es cierto, tenemos que hacer algo. Mi hijita también está en peligro”, dijo uno.

Uno de los  tíos del pequeño contó que los amigos de Dieguito le relataron que el miércoles a la hora del recreo, él jugaba con sus amigos. "Cuando   estaba en la parte superior del resbalín subió otro y por el peso , mi sobrino cayó de cabeza y luego la estructura del resbalín cayó en su estómago”, relata.

 Sin embargo, doña Isabel, indica que, asustado por ese hecho, uno de los niños corrió a llamar a la regenta. "Pero ella no quiso ir, es más, le ha reñido”.

Después, otro grupo de niños corrió donde el director y él lo llevó a la dirección, donde según doña Isabel "no lo derivaron inmediatamente al hospital, lo tuvieron en dirección media hora y sus compañeros  contaron que él sangraba por la nariz y la boca”.

 Con ella coincide el tío Rogelio Guarayo, quien asegura que "hubo negligencia de parte de los maestros y el director por no actuar rápidamente”.

En tanto,  el director del colegio, Edilberto Choque, niega esa acusación. "Me lo trajeron a dirección e inmediatamente la regenta fue a llamar a la junta escolar para que con su auto lo llevemos al hospital”, indicó  tras asegurar que él se asustó, "Yo lo vi algo inconsciente”, dijo.

  Aseguró que el resbalín siempre estuvo  en la parte posterior del colegio, por lo que afirma no saber cómo lo pusieron en pie. "He pedido informe”, añade.

Diego es el segundo hijo de los tres que tiene la familia Guarayo Poma.

 El Colegio San Andrés no sabe a qué institución depende

Se desconoce si la unidad educativa San Andrés es fiscal, de convenio o privado y por lo tanto tampoco dependen de alguna institución.

 "Es bien complicada la situación del colegio. No se sabe si somos privado,  fiscal o de convenio, porque el  mismo está ubicado en el terreno de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), pero esa institución no se hace cargo de nosotros, pero tampoco la Alcaldía quiere hacerse responsable, porque el colegio está en predios de otra institución”, afirmó el director del colegio turno tarde, Edilberto Choque.

 Ante esa situación, los padres de familia aportan 200 bolivianos anualmente para pagar las necesidades básicas del colegio como luz, agua, teléfono e incluso algunos ítems de maestros.

  En el colegio turno tarde   hay 534 estudiantes del nivel inicial y primario, y para controlar a los colegiales hay   dos regentes.

  Choque comentó que el año pasado, la UMSA  les envió  una circular donde les indican que no  hagan mejoras al colegio, pero la infraestructura ya es vieja.

Página Siete / Verónica Zapana S.