Encuestas realizadas a 4.118 estudiantes de ocho
universidades del país señalan que cada vez más mujeres universitarias tienen
problemas con la bebida.
Un estudio reveló que en los últimos años la cantidad de
mujeres universitarias que consumen alcohol se elevó. Aunque los hombres
continúan a la cabeza, el sexo opuesto se le acerca de a poco.
El pasado martes la Oficina de las Naciones Unidas contra
la Droga y el Delito (UNODC) y el Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico
Ilícito de Drogas (Conaltid) presentaron el Tercer Estudio Epidemiológico
Andino sobre Consumo de Drogas en la población universitaria de Bolivia, 2016.
El estudio se hizo a través de encuestas a 4.118
estudiantes de ocho universidades de Santa Cruz, Cochabamba y Sucre. Fueron
1.960 hombres y 2.158 mujeres, entre 18 y 25 años, los que formaron la muestra
en la investigación realizada el año pasado.
El primer y segundo estudio se realizaron en 2009 y 2012,
respectivamente. Comparando los resultados de los tres se observa que el
porcentaje de universitarias que consumen alcohol sube de forma más constante
que el de los universitarios (ver infografía).
Que cada vez las mujeres beban más es algo que se detectó
hace algunos años en el país. En 2012, en Potosí, se informó desde un centro de
acogida que se atendió a más adolescentes mujeres ebrias que varones. En 2014
un estudio hecho por la Universidad Católica Boliviana en tres ciudades (La
Paz, Sucre y Tarija) lanzó el dato de que más mujeres asistían a Alcohólicos
Anónimos.
Al parecer esto no sólo se da en Bolivia. En 2015 un
informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalaba que en los
últimos cinco años se triplicó la cantidad de mujeres que consumen bebidas
alcohólicas. En el caso de los varones la cifra se había duplicado.
El estudio de la UNODC y Conaltid añade a la vez que
tanto mujeres (76,4%) como varones (72,4%) consideran riesgoso el consumo
frecuente de alcohol. Pero este comportamiento prácticamente se ha
naturalizado, pues más de la mitad de las personas consultadas (de ambos
géneros) tienen parientes y amigos que se embriagan con frecuencia.
"Por lo tanto, el consumo perjudicial y la
dependencia alcohólica son temas de especial cuidado entre los universitarios
bolivianos”, apunta el documento.
Página Siete / Sergio Mendoz
