Pamela Justiniano: “Quiero que mi pueblo me ame”

13 de Septiembre de 2016

Emocionada. No oculta la alegría de ser la reina del Carnaval. Vive y ama el modelaje, aunque no estaba en sus planes ni en sus sueños. Una clase de etiqueta y protocolo la llevó a las pasarelas y a participar en el Miss Santa Cruz

Desborda alegría. No la puede contener por más que quiera, le sale por los labios, por los gestos y por los ojos. Se cumplió uno de sus grandes sueños: ser reina del Carnaval cruceño. Este título precisamente nos llevó a buscar a Pamela Justiniano Saucedo (28) para entrevistarla. Pero no fue tarea fácil. La buscamos y tuvimos que perseguirla toda una tarde, debido a sus muchos compromisos. Valió la pena.

Pamela se define como una persona cariñosa, amante de su familia, trabajadora y como una mujer que nunca lo tuvo todo; sin embargo, siempre trabajó duro para cristalizar sus objetivos y sueños.

“Soy una persona muy afortunada y muy agradecida con Dios y con mi pueblo, siempre fue mi sueño ser reina del Carnaval y ahora que lo logré, voy a trabajar incansablemente para que sea un Carnaval hermoso. Quiero que mi pueblo me ame como lo amo yo”, afirmó la espigada trigueña de San Ignacio de Velasco, que se acomplejaba de su tamaño (1,77 m).

Viene de una familia de clase media y es la mayor de cinco hermanos. Ella y Verónica son hermanas de padre y tiene tres hermanos de parte de madre, Cristian, Diego y Daniela, esta última tal vez siga sus pasos en el modelaje.

Trabajó desde los 15 años e ingresó al modelaje, algo que no estaba en sus planes, ni lo había pensado, menos soñado, por una clase de etiqueta y protocolo que le recomendó su tío que tomara en Promociones Gloria. “Pamela, sos alta y delgada, tenés que hacerte más fina”, le dijo su tío.

“Fui a pasar clases de etiqueta y protocolo porque era una ‘machorita’, era jorobada por mi estatura y cuando empezaron a salir mis pechos, me acomplejé”, afirma con la mayor tranquilidad. Su tamaño y delgadez le permitían ser uno más de los chicos que jugaban pelota en su barrio (antigua feria Barrio Lindo).

“Como anécdota, ahora mis amigos del barrio me dicen: Pero si eras fea, Pamela, y eras un hombre más, quién iba a pensar que te harías tan bonita ahora”, dice.

En Promociones Gloria, el maquillador Roque, como ella misma afirma, dijo: “Esta muchacha tiene carisma, tiene pinta de modelo, se queda en la agencia”. Ahí empezó su carrera de modelo y estuvo nueve años trabajando con esa agencia, a la cual agradece mucho por la oportunidad que le brindó.

Cómo no estar agradecida si eso le abrió las puertas y la llevó a ganar la corona de Señorita Santa Cruz en el Miss Santa Cruz, así también logró el título de Miss Bolivia Internacional. De hecho, tiene dos concursos ganados en el exterior.

Ahora su vida es el modelaje. Vive del modelaje. Ama el modelaje y le apasiona subirse a las pasarelas y que la gente la mire y la admire. El modelaje le permitió conocer mucha gente, muchos países y llamarse Bolivia en el exterior.

Profesional y emprendedora

Estudió Marketing y Publicidad. Creó una empresa en sociedad, de la cual se separó y la firma quedó con su socia. No obstante, asegura que sigue con su sueño de tener su propia cafetería y restaurante. Está estudiando hace seis meses para ser chef profesional. Confiesa que le apasiona cocinar y le encanta que la gente disfrute lo que ella prepara, porque el mayor ingrediente de sus comidas es el amor. También disfruta de dormir y mirar televisión, aunque es consciente de que por ahora, o hasta que pase todo el ajetreo del Carnaval 2017, son momentos que quedan en la añoranza.

Otra de sus pasiones era trabajar en la televisión y lo consiguió. Empezó con Pablo Fernández en el programa Red Social, aunque su participación era muy breve. Ahora tiene un nuevo espacio en la red ATB, Tarde de todos es un programa juvenil e interactivo del cual ella disfruta mucho. Sus padres son de San Ignacio y ella también nació en ese terruño, pero a los seis años se trasladó a la capital cruceña. Afirma que está soltera y disfrutando de su reinado, la corona más codiciada del Carnaval cruceño. Pamela es consciente de que ha logrado muchos de sus sueños, pero también sabe que faltan otros por concretar. “Sueño con grandes cosas, en la vida tenés que soñar en grande para tener en grande”, afirma.

Por último, destaca el valor de las mujeres cambas y las define como emprendedoras, fuertes y trabajadoras. “No hay que conformarse y siempre hay que pensar en grande, porque Dios cumple los sueños”, asegura

 El Deber